En
estos días que estamos en el período interior llamado Mercurio Retrógrado (05/01-25/01 2016) y que también nos acercamos a nuestro encuentro de Silencio
Dinámico 2016, noto como el propio silencio es hasta más comunicativo; más
unido con ese ser colectivo del cual todos los participantes seremos una parte
viva.
Se
dice que todo está dentro y que se encuentra conectando con el propio silencio.
Es cierto, claro que lo es. También es cierto que no es así como la mayoría lo
percibe. Pero ¿podemos decir simplemente que ese noventa y más por cien están
completamente equivocados? Algunos usaran la palabra “dormido” o
“inconsciente”. Quizás, pero ¿qué tal de nuestra percepción, habrá limitaciones
ahí?
Mi
propia experiencia me indica que la vida siempre sabe lo que hace, y que ir de
espaldas, aunque sea sufrido y doloroso, no necesariamente indica estar
equivocado en lo que hacemos. Lo que si ocurre cuando se va de espaldas es que
solo vemos el pasado: lo que ya no está ni estará, un cadáver de vida. No suele
ser un disfrute, una alegría y sobre todo parece que nos aleja de ese añorado
estado o momento llamado “ser felices”.
Es
posible que en lo más buscado, como es la felicidad, también exista la más
amplia gama de confusión. Por ejemplo:
Solemos
preguntarles a otros, y también a nosotros mismos, ¿eres feliz? o, ¿soy feliz?
A veces me parece que esa pregunta solo sirve para activar creencias
inconsciente y mayormente frustrantes sobre la felicidad. Parece que uno hace
esa pregunta como si preguntara si eres licenciado en saber vivir. Y no es solo
una cuestión de limitaciones de lenguaje en referirse a lo intangible. La
pregunta parece que realmente tiene respuesta. Es posible que realmente no
tenga un respuesta auténtica del momento.
Me
acuerdo que hace varios años, por el 1994, un conocido me hizo esa pregunta:
¿eres feliz? Me hizo gracia la pregunta ya que casi acababa de conocerlo,
recuerdo mi respuesta: “debo de serlo más a menudo que no, ya que hace mucho
tiempo que no me lo planteo”.
Nos
puede parecer que la felicidad es como un estado donde uno llega, como un constante
“¡que GUAY!” y que ya está, ¡APROVADO! La misma confusión también existe sobre
la llamada iluminación o, lo que me parece más relevante en el mundo
occidental, el despertar. Nos puede parecer que hasta entonces seremos una
especie de “inmigrantes sin papeles espirituales” unos extraños en un mundo
todavía más extraño. Cuando vamos de espaldas cosas nos hacen daño aunque no
están ahí para eso. Pero con esos daños de experiencia apegados en la memoria
esperamos que por lo menos la felicidad sea algo menos dañina. Recuerdo el
viejo chiste de la persona que se daba cabezazos en la pared por lo bien que se
sentía cuando paraba.
Me
parece que solo el que no es, es feliz. El “Yo Soy el que Soy” ya se dijo hace
siglos. Buda dijo que el mismo ser es el problema, que cualquier etiqueta es
una mentira mas del ego, de la mente.
La
propia búsqueda es el encontrar, cuando uno se encuentra con el momento.
Hablamos de la acción comprometida, cuando nos entregamos completamente,
generosamente y cariñosamente. Lo que ocurre en la acción es que desaparecemos
por un instante, nos unimos con la acción y con el infinito.
Einstein
dijo dos cosas que van al caso aqui. La primera es que en el universo nada
ocurre hasta que algo o alguien se mueve, que todo está en movimiento. La
segunda nos acerca más al proyecto de vida de cada uno. El dijo que “si quieres
vivir una vida feliz, mejor te comprometes a una meta y no a personas o cosas”.
Con este comentario él no estaba menospreciando ni las personas ni las cosas,
solo se refería a la acción comprometida con visión y generosidad que sobrepasa
el pequeño yo del ego. También dijo que la imaginación era la fuerza más
poderosa en el universo.
En
lo que respecta a la imaginación, prefiero el sabor de un invento lingüístico
propio: “La imaginAccion”: Visión + Acción =creación y manifestación.
James
Womack el autor de Pensamiento Esbelto (Lean Thinking) dijo algo similar:
“El
compromiso activo desbloquea la puerta de la imaginación, permite visión y nos
alimenta con lo adecuado para transformar nuestros sueños en una realidad
visible y tocable”.
Mas
y mas va pareciendo que experimentar felicidad es como sinónimo (o pudiera
serlo) de ¡estar auténticamente vivo! Con todos los altos y bajos que eso
pudiera implicar. El que cree que no se mueve o que se resiste a moverse, es el
que cree que esta muerto. Cuando pisas el freno y el coche no se mueve, la
acción es pisando el freno, se mueve el pie.
Si,
la felicidad es algo que está adentro y que no se conoce hasta que uno la
siente y la manifiesta, aunque sea dándole una sonrisa al vecino. Esa sonrisa
generosa, sin condiciones, es la marca de un ser libre. Hace 400 años antes de
Cristo el historiador Thucydides (460-404) dijo “El secreto de la felicidad es
la libertad y el secreto de la libertad es la valentía”.
Aquí
me parece que nos acercamos más al grano sobre la felicidad. Quizás, lo que
buscamos realmente es poder actuar libremente o hasta “libre de la mente”,
siguiendo los impulsos generosos y cariñosos del corazón, sin pensar en limitaciones,
sin dudar ni en la vida, ni en nosotros.
Aunque
se puede hablar de resistencia y de miedo, me parece más apropiado hablar de la
fe y la valentía en relación con esa acción libre dentro de cual el secreto de
la felicidad dinámica se nos revela.
Todos
tenemos fe, no existe no tenerla. La fe no tiene que ver ni con religiones ni
con Dios, sobre todo si nos parece que lo divino está fuera de nosotros, como
nos indica nuestro ego. La colección de todas tus creencias, tanto conscientes
como inconscientes, es las base de tu fe, tu foto de cómo es y cómo funciona el
mundo y la vida, en lo que tu basas todas tus acciones. Esto hasta se pudiera
ver como tú auténtica religión.
Esto
del safari espiritual del Alma casi se puede ver también como un proyecto de
ingeniera espiritual, donde conscientemente construimos nuestra fe basada en un
amor sin limitaciones.
Y
para amar hay que ser valiente. Tener confianza. Aceptarse a sí mismo
totalmente, sin condiciones, un alma evolucionando a través de una personalidad
capaz de todo lo imaginable. Y para ser valiente hay que amar, tomar la
“ImaginAccion”.
El
famoso Dale Carnegie lo puso en términos sencillos y prácticos: “La acción
engendra confianza y valentía. Si quieres conquistar el miedo no te quedes
sentado en casa pensándotelo. Sal fuera y pon manos a la obra”.
Goethe,
un genio mas poético, lo dice de esta manera: “Si te lo puedes imaginar, lo
puedes hacer. Cualquier cosa que puedes hacer o sueñas que puedes, lo puedes
empezar. La valentía tiene genio, poder y magia. ¡Empieza ahora!”
Ya
que hoy me ha dado por tirar de frases de famosos, una que siempre me ha tocado
profundamente es lo que dijo Walt Disney:
“Hacer
lo imposible es bastante divertido”.
Es
en el filo donde vivimos, esa cuerda floja de la vida que es a la vez, el filo
del misterio, el filo de lo imposible, el filo de la muerte y el filo del
tiempo/espacio llamado el momento, el ahora, la dinámica feliz.
Una
cosa fundamental que distingue el rico del pobre no trata básicamente de
dinero. Trata de la administración de su tiempo y su atención. Los dos tienen
las mismas 24 horas solo la usan de forma distinta. El que tiene mentalidad de
pobre tiende a apegarse al problema, a quejarse y lamentarse; a sentirse víctima. Parece estar convencido que el universo no es amistoso. El que tiene
mentalidad de rico, reconoce el problema como un desafío a su creatividad
personal y se enfoca en buscar la solución, algo que suele conseguir.
El
Silencio Dinámico 2016 es algo muy especial y si tienes interés en participar,
haz ya tu deposito de reserva (que en este momento tengas el resto no es lo
importante). Las fechas son desde el domingo 20 Marzo 2016 hasta el sábado 26
en el centro Amalurra un pueblo de Caparacena (Granada). Lo que importa aquí es
tu compromiso y tu atención de tomar acción enfocada en poder asistir.
Acuérdate que las plazas están limitadas y más de una persona se ha quedado
fuera en otras ocasiones, por ese hecho de dudarse a ellos mismos, a su
capacidad y poder creativo y al final cuando podían venir ya no quedaban
plazas.
Eric
Rolf