Es cierto que la vida es sencilla aunque profunda y
compleja, pero no complicada. La cosa es que al ego no le gusta lo sencillo ni
la acción pequeña y generosa, la 'nano-accion', que es realmente la más
potente. El ego es hambriento con una mentalidad de pobre que por su actitud de
víctima nunca está satisfecho. Quiere que siga la fantasía de lo grande y de
ser importante. Estamos para respirar y escuchar; sentir y crear; andar y dar,
todo desde el corazón y la gratitud. Esto si puede resultar en un mundo personal
e intimo, prospero y con sabor divino del mas allá.
Eric Rolf
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